Caín Velásquez viene por todas las canicas y regresa a la UFC para pelear en Phoenix el próximo 17 de febrero, en gran pelea contra el peligroso Francis Ngannou.
El regreso de Velásquez ha supuesto un gran revuelo entre los fans. El estadounidense, de raíces mexicanas, volverá a meterse en el octágono después de dos años y siete meses. Su última pelea fue el 9 de julio de 2016, tras la que ha sufrido varias lesiones. De hecho, tenía previsto pelear en diciembre de 2016, pero la Comisión Atlética de Nevada no le dejó competir por problemas en su espalda, los cuales le hicieron pasar por el quirófano en 2017.
Tras una larga recuperación, y algún coqueteo con la WWE, el excampeón del peso pesado y uno de los luchadores históricos de la compañía está de vuelta. Según confirmó Dana White, se cruzará contra Francis Ngannou. El camerunés peleó y perdió por título en enero de 2018 y después cayó ante Derrick Lewis en el UFC 226.
Dos malos resultados que enmendó al vencer en su última pelea a Curtis Blaydes (24 de noviembre) le vuelve a llegar otro gran combate. Una victoria le auparía al título, mientras que si Velásquez gana se meterá de nuevo en el ranking pesado y mirará hacia arriba, ya que según informa Ariel Helwani de ESPN el estadounidense ha firmado un contrato por cuatro peleas.
De esta manera, Caín Velásquez se prepara para su primera pelea en UFC desde el 9 de julio 2016. Esa vez, derrotó a Travis Browne por nocaut técnico. Tras ello, se alejó del octágono debido a lesiones en la espalda que lo obligaron a pasar por el quirófano.
Cabe señalar que Velásquez ostenta un récord de 14-2 en artes marciales mixtas y es considerado uno de los peleadores más importantes de UFC. Por su parte, Francis Ngannou llega de una victoria contundente ante Curtis Blaydes.