Desde la temporada 2005 los Cardenales de Arizona no iniciaban una campaña con tres derrotas consecutivas, en aquella ocasión terminaron 5-11. Este domingo cayeron 16-14 contra los Osos de Chicago.
Los Pájaros Rojos tuvieron un inicio prometedor, anotaron par de touchdowns de la mano de Sam Bradford, un pase de 31 yardas a Ricky Seals-Jones y después, gracias a un balón suelto provocado por su defensiva, Bradford regresó para conectar, en un envío de 21 yardas, con David Johnson, ahí se acabó el cuento a la ofensiva.
Chicago poco a poco comenzó a construir su regreso a partir de goles de campo, primero para descontar, luego un acarreo de Jordan Howard hacia las diagonales y después otro par de goles de campo para sentenciar el partido.
Steve Wilks, coach de los Cardinals apostó por enviar al terreno de juego al novato Josh Rosen, en el último cuarto, luego de que en una serie ofensiva anterior, Sam Bradford, en una jugada personal perdió el balón ya cerca de territorio de gol de campo.
Rosen fue inconsistente, pudo llevar en su serie ofensiva casi hasta la yarda 45 del rival, pero sufrió una intercepción cuando quedaban menos de un minuto por jugarse, ahí se escribió la historia del partido.
“Empezamos muy rápido. Tu sabes, fuimos capaces de mover el balón, pusimos algunos puntos en la pizarra. Llegar a tercera oportunidad no era problema para convertir el primero y diez, luego una gran jugada por parte de Chrsitian Kirk. Igual a la defensiva. Lo que tenemos que aprender es cómo poder finiquitar los partidos“, dijo el head coach Steve Wilks.
Wilks añadió que la decisión de meter a Rosen fue para provocar una chispa en los jugadores ya que luego de conseguir 14 puntos se habían aletargado.
El entrenador de Arizona no se aventuró a mencionar si para el próximo partido, el domingo 30 de septiembre, frente a Seattle, utilizará a Rosen como titular.
“Tenemos que evaluar a Josh al igual que a Sam. Vamos a ver el video y observar para ver exactamente como vamos a avanzar con ese asunto“, añadió.
